domingo, 20 de noviembre de 2016

Chips de Kale (col rizada)


Ahora que llegan las fiestas es bueno ir pensando alternativas al picoteo que nos sacien, aporten nutrientes y nos hagan ilusión. 

Al kale hoy en día se le considera un "superalimento", posee calcio, hierro en altas proporciones, magnesio, potasio y zinc además de un alto contenido proteico. Una taza de kale tiene más calcio que la leche, más hierro que la carne y una gran cantidad de vitaminas C, K y A. También se le atribuyen propiedades anticancerígenas y desintoxicantes. Es alcalino, anti-inflamatorio y antioxidante. Ayuda a regular el colesterol, a combatir algunos síntomas de artritis, asma y desordenes auto-inmunes. Es bajo en calorías y rico en fibra. Una taza de este vegetal cuenta con 39 calorías, 5 gramos de fibra y 0 gramos de grasas, lo cual ayuda a mantener una digestión saludable.

Estos chips de Kale son super-crujientes, originales, sabrosos y, como os he comentado antes, tienen muchas propiedades nutritivas. Me he decidido a pasaros la receta porque el otro día encontré Kale en un supermercado de los de la compra diaria, o sea que ya no es un producto tan inaccesible como antes.

Ingredientes:


  • Un manojo de Kale (col rizada)
  • Una cucharada de aceite de oliva
  • 1/4 de cucharadita de sal marina (mejor gruesa)
  • 1/4 de cucharadita de chile y/o especias al gusto en polvo (opcional)


Preparación:


Precalentar el horno a 180º, calor arriba y abajo.

Picar en un bol grande las hojas de Kale al tamaño deseado para las chips, eliminando el tallo. Añadir el aceite y mover bien. Añadir la sal y las especies seleccionadas y volver a remover para que todo quede bien repartido.



Sobre una bandeja de horno, cubierta con papel vegetal, disponer las hojas de Kale de forma que no se toquen entre ellas, ese es el truco para que queden crujientes.

Hornear unos 12 minutos, hasta que los chips se empiecen a dorar, cuidado de no dejar demasiado porque de un momento a otro se queman y tienden a amargar.

Retirar la bandeja del horno y dejar templar sin tocar, al enfriarse adquieren aún más el deseado "crujir".

Una vez templadas volcarlas sobre el recipiente donde se vayan a servir y rectificar si se desea de sal. Hay quienes también añaden queso parmesado rallado, yo no las he probado así pero deben de quedar apetitosas.

Esta es una receta básica con aceite, chile y sal pero puedes ponerle tu especie favorita por ejemplo curry, orégano o hasta canela o cacao en polvo, ¡échale imaginación!



¡Espero que os guste!

¡Feliz semana a todos!



martes, 1 de noviembre de 2016

Ensaladilla malagueña de naranja y bacalao

Mi madre prepara esta ensaladilla desde siempre, cuando era pequeña ni la miraba, pero conforme ha ido pasando el tiempo me ha ido gustando cada vez más. Es una delicia la combinación del bacalao con la naranja y la cebolleta. ¡Riquísima! Además es muy fácil de hacer.



Ingredientes (4 personas):

  • 3 patatas medianas
  • 2 naranjas
  • 200 gr. de bacalao desmigado sin espinas (yo compré este). Puedes usarlo sin demigar también, yo lo compro desmigado porque me resulta más fácil tenerlo ya así.
  • un puñado de aceitunas aliñadas (yo usé las de Alora que me encantan)
  • 2-3 cebolletas (yo usé una cebolla fresca porque no encontré cebolleta)
  • Zumo de 1/2 limón (si te gusta fuerte puedes poner más)
  • 4 cucharadas de aceite de oliva
  • Sal 

Preparación:


El bacalao has de dejarlo 24 horas en remojo en la NEVERA cambiando el agua una vez en ese trascurso de tiempo.

Escurrir bien el bacalao.  Si no lo usaste desmigado, separar las lascas con los dedos. Dejarlo escurrir sobre papel absorbente para eliminar todo el agua.

En agua fría con sal poner a hervir las patatas cortadas a cuadrados medianos. Una vez estén tiernas colar y reservar dejándolas escurrir bien. Cuidado que no se pasen pues se desharían.

Pelar las naranjas al vivo o también se dice a sangre, que básicamente consiste en extraer los gajos limpios sin albedo, piel ni membranas. Aquí puedes encontrar una explicación de cómo hacerlo, no es una técnica difícil, eso sí necesitas un cuchillo afilado.



Pelar y trocear las cebolletas o cebolla fresca (según prefieras) en rodajas finas o dados pequeños.

Deshuesar las aceitunas y partirlas por la mitad reservando alguna entera sin hueso para adornar.

Mezclar todos los ingredientes.

Salar al gusto pero con cuidado porque tanto el bacalao como las aceitunas tienen su punto de sal.

Para el aliño: en un cuenco disponer el zumo del limón y el aceite (esta ensalada admite bien de aceite, dice mi madre). "Labrar" (batir) bien ambos con un tenedor o varillas. Esparcir sobre la ensalada.

¡Adornar con las aceitunas y si se quiere con perejil picado fino y listo!

Una ensalada exquisita y completa.