El pescado blanco es uno de los alimentos que más me cuesta introducir en mi día a día. Cierto es que al horno con una base de verduras (por ejemplo cebolla, calabacín y pimiento rojo) queda riquísimo, pero no podemos negar que es tedioso a la hora de degustar por el tema de las espinas, y eso que yo tengo suerte porque a mi marido se le da super-bien desmenuzar el pescado y no le desagrada.
Así que pensando posibilidades para incluir pescado en nuestra dieta de forma diferente hice esta receta mezcla de varías que había visto y sinceramente me encantó. Si te gusta la textura de pastel salado suave y cremoso te encantará.
Esta receta ya la he subido a Instagram (@bocados_fit) pero quería ponerla también en el blog porque sé que hay algunas personas que les gusta más este formato.
Ingredientes (4 personas):
- 1 puerro
- 1/2 calabacín sin piel
- 800 gr. de merluza
- 2 huevos
- 2 claras (o 3 huevos si no quieres usar claras)
- 3 cucharadas de tomate frito (mejor si es casero)
- Sal y pimienta al gusto
- Aceite para engrasar el molde
Preparación:
Rehogar el puerro y el calabacín previamente troceaditos.
Cocinar la merluza al vapor al micro (puedes usar la vaporera de lekúe) o en una vaporera convencional dejándola un pelín sin hacer.
Batir bien las verduras rehogadas, la merluza limpia (si es que era fresca y traía piel y espinas), los huevos, las claras, el tomate frito, sal y la pimienta al gusto.
Engrasar un molde tipo "plum cake" (yo uso de silicona y así me resulta más fácil desmoldar) y verter la mezcla.
Introducir al horno precalentado 180 grados calor arriba y abajo unos 45 min. o hasta que al pinchar se note cuajado. Sacar del horno y dejar templar.
Desmoldar con cuidado asegurándose que está bien despegado de las paredes y del fondo haciendo uso de un cuchillo o espátula.
¡Y listo!
Acompañado de una buena ensalada queda una cena riquísima y diferente.
¡Espero que lo disfrutéis tanto como yo!
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